En venezuela fray Pedro Simón vio a gente con orejas tan largas que las arrastraban por el suelo. En el río Amazonas, Cristobal de Acuña vio a gente con los pies al revés.
Todo esto hace cientos de años eran verdades irrefutables, pues quien se atreviera a asegurar lo contrario, o dudar de ello, era reprendido, hostigado, fustigado, amenazado, torturado, azotado o ejecutado. Pero ahora esa información ya no es transmitida de generación en generación. Pero aún en primarias se lee en textos escolares que cortés lloró en la noche triste (¿Es un español el que escribió eso?).
Hace muchos años aún ¿festejábamos? el día de la raza. El ¿encuentro? de 2 civilizaciones. Lo cual significa que una de ellas fue saqueada, arrancada de raíz y ultrajada.
El peligro de esto es porque no comprendemos lo que leemos. Gracias a nuestro actual modelo educativo debemos aprendernos de memoria segmentos de libros, sin que importe si se ha comprendido o si estamos de acuerdo o no. Pues a mas de uno de nosotros nos habrán puesto una mala calificación por decir "Disculpe profesor(a), pero la verdadera historia de lo que nos dice es...".
Entonces, ¿Cómo podremos corregir todos esos errores? Es tan difícil como hacer entender a los mexicanos que nuestro ritual del día de los muertos no es nuestra tradición, sino mas bien española.
Ya no tenemos tiempo para hacer un cambio, las personas se aferran cada vez más a las pocas cosas que saben, pues se sienten seguras de ellas. Cada cambio de conocimiento es difícil. Si esos conocimientos denotan carácter religioso entonces es aún más complicado.
La única solución parece ser proteger a las nuevas generaciones de las equivocaciones escritas en el pasado, y mostrarles los cambios recientes ¿Cuántos niños saben que el rey del inframundo, Plutón, hace unos años ha sido rebajado casi al nivel de su fiel siervo del río que separa a los dos mundos, Caronte?
Non Scholæ sed Vitæ discimus: Aprendemos para la vida, no para la escuela.
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